Los ministros de Energía de la UE han decidido este jueves dar un golpe de timón y encargarse ellos mismos de buscar un acuerdo entre sí para fijar un límite al precio del gas, después de rechazar la propuesta de la Comisión Europea, de fijar en los 275 euros durante dos semanas el umbral a partir del cual se activaría el mecanismo de corrección de precios, que los Estados miembros consideran una "broma pesada", por inalcanzable. En lugar de esperar otra propuesta, se han conjurado para buscar el consenso a nivel de gobiernos y para cerrar un acuerdo en una próxima reunión extraordinaria que previsiblemente se celebrará el 13 de diciembre.
Hasta entonces, quedará en suspenso la adopción definitiva de dos reglamentos sobre los que ha habido acuerdo político este jueves, para establecer las reglas del sistema por el que países con excedentes de gas natural -como España- saldrán en auxilio de otros que puedan quedar desabastecidos y para poner en pie durante un año un régimen más rápido para aprobar proyectos renovables sobre el que sin embargo España todavía ha mostrado reservas sobre garantías medioambientales.